7/15/2005

Las dicotomías orgásmicas

La Musa Trágica

Descubrí que nuevamente mentí. Dije que era poliorgásmica, pero después me di cuenta que también soy multiorgásmica y más tarde también noté que puedo ser sinorgásmica... Según una definición de gente entendida en la materia, la poliorgásmica es aquella por la cual con un solo estímulo la mujer tiene un tren de descarga orgásmica sucesiva, mientras que la multiorgásmica es aquella en las que mientras se mantiene la estimulación, ella sigue teniendo orgasmos. Lo común es que sean cuatro, cinco, seis orgasmos, pero hay récords de hasta 80 orgasmos (lo que no es malo, no se descarta que pueda ser parte de esa probabilidad). Y es cierto... un sólo estímulo, una mirada, un gesto, una sonrisa puede mantenerme placentera todo el día. Aún mejor es cuando el mundo parece un consolador y te entrega varios estímulos en una sola jornada. Son aquellas veces cuando piensas que el mundo no está tan cagado y que en la gente más extraña una sonrisa puede redimir a toda la humanidad. Sí, además de una musa trágicamente feliz, soy sensible y me emocionan aquellos pequeños gestos de grandeza. El problema es que por ser así de confiada -me doy altiro ante una mirada, una sonrisa o un gesto- es que hay veces en que me pasan "tata por liebre" y termino al final del día como una sinorgásmica.

Antes de ayer, Black Feet tuvo su segundo encuentro semanal sexual con el Tío. Se veía tremendamente feliz, el Tío la hizo sentir tan querida que estoy segura que BF espera con ansias que se "despeje" el panorama mensual y nuevamente sucumban ante los brazos de la pasión. Es que ya es fabuloso que te digan que te aman, pero aún mejor es que eso vaya acompañado de gemidos cómplices y placenteros y que el encuentro culmine con él poniéndote las ropas que te despojó antes que te comenzara a amar. Algo más que simbólico, porque con cada prenda puesta se acercan a la realidad, pero también se impregnan del aroma que los tuvo desnudos por varias horas. Entonces, al contrario de lo que podría pasar, una vez vestidos no se dan cuenta que cada uno deja la cama más desnudo de lo que estaba antes de que llegaran a ella. Con el alma desnuda uno ante al otro. Estoy segura que BF se levantó ayer sintiéndose poli y multiorgásmica.

Veinte horas más tarde y en dos sectores distintos de Santiasco el placer se daba sexual y no sexualmente. Lo curioso es que el sexual terminó en un desastre de proporciones y el no sexual fue mucho más placentero. ¡Qué susto pensar que el sexo no es tan bueno como supongo!. Bueno si pensarlo es malo, creánme que lo peor es sentirlo siendo tú la protagonista. Luego de varios días sin noticias, Pelaofustán llamó a La Musa Trágica para la esperada final del campeonato. Dos cervezas de litro fueron la previa para comentar las formaciones y las estrategias de cada equipo. La verdad es que eso fue lo mejor de toda la noche. Hablamos de varias cosas sin concluir ninguna, tras cada sorbo surgía una nueva historia o una nueva pregunta. Lo bueno de la conversa con Pelaofustán es que se habla con bastante sinceridad. Como que los dos supiéramos cuáles son las reales intenciones del otro, por lo que no es necesario mentir para agradar.

Sin manos, ni abrazos, ni besos de por medio partimos al estadio que él propuso para jugar nuestro partido. Fue ahí cuando todo se puso triste. Entramos a una cancha fea, típica de pichangas cochinas y rápidas. Aún no había ningún contacto entre los equipos. Tras entrar a un césped horrible y la visita de ambos al baño para depositar las bondades de las cervezas, me encontré con Pelaofustán desnudo dentro de la cama... Terrible! que cuadro menos alagador... en dos segundos se fueron a las pailas mi mejores fantasías que partían conmigo desabotonando lentamente su camisa mientras besaba su cuello. No, ¡pero que lesa la musa, para esos sentimentalismos no estábamos ahí!. Sin ni medio preámbulo empezó el partido. Todo era tan malo que en un momento me dieron ganas de llorar y salir corriendo de esa pieza. Eso pasó justo cuando me di cuenta que si bien estábamos bien com"penetrados" yo estaba más sola que un camello perdido en el polo norte. Me dio frío. Me dio pena. Me desconcentré. No disfruté nada y entonces me volví sinorgásmica.

Mientras yo estaba perdida en la nieve, al parecer -según confidenciaría más tarde- él estaba perdido entre sus tormentos y la risa de la mujer que lo hace llorar. No podía ser un cuadro con colores más tristes. Dos completos desconocidos buscando un poco de calor, pero sintiéndose congelados. Sin orgasmo ni buena onda me fui furiosa buscando la calidez de mi cama. Una cama sola, pero al menos acogedora.
Cuando caminábamos y yo sentía la leve brisa de su voz, le dije que claramente había perdido el partido y de paso, aunque eso no se lo dije, me perdía completamente a mí (Aunque tampoco sé si eso le hubiera importado algo). Mientras lo increpaba me recriminaba a mi misma el ser tan tonta. Sí, es cierto, yo quería un buen polvo y mala suerte no lo tuve, entonces me di cuenta que estúpidamente también quería un poco de cariño. Así con un tortazo en la cara, me juré que nunca más voy mendigar amor y prometí reservarme mis maravillosos polvos para alguien que los quiera realmente. Ni siquiera que me quiera, pero alguien que cuando esté penetrándome sea capaz de dejar su ego y me haga sentir que en ese instante no existe un mejor lugar en el planeta y que por esos minutos yo no estoy perdida, ni sola.

Pero como no todos los habitantes de este planeta lloran al mismo tiempo, en una habitación lejana y distinta Jack Daniel's disfrutaba los placeres del no sexo y los beneficios de los primeros cosquilleos. Entre uno y otro pisco souer se dio cuenta que le encanta Frigorífico, mientras él -estoy segura- se preguntaba porque JD no se había aparecido antes en su vida. Entre confidencias paranormales y otras bastante carnalmente terrenales, las horas pasaron rápido. Cuando el alba ya se asomaba, un beso entre ambos hizo que la sangre se les entibiara y sintieron que sus besos han logrado cada vez mayor calentura y ternura. Tras la despedida, Frigorífico se puso sus alas y voló hasta su hogar. Por su parte, JD se acostó en su cama, se arropó sin desvestirse -para no perder el olor de F- y sientiendo que el calor ya no estaba entre sus piernas sino justo en el medio de su pecho, se durmió tranquila.