La Musa Trágica
Los orgasmos de la Musa
La musa trágica comienza como una mentira, porque si bien es musa, nunca ha sido trágica.
La mayor parte de mi vida está marcada por intensos momentos de felicidad. Sí, ¡que diablos!, no me puedo quejar. Un historial marcado por largos, suaves, risueños, profundos y gustosos instantes de felicidad... algo como una vida orgásmica, pero aún mejor -y no es de presuntuosa- una vida poliorgásmica.
No es que pase gozando las 24 horas del día, pero si soy capaz de reírme sola cuando voy en la micro, o en el metro, o en la calle, incluso ahora. Sí, una orgásmica sensación que muchas veces ofende y desafía al resto de los mortales. Las otras veces, me confunde a mí y termina por agobiarme.
La conclusión de una vida poliorgásmica surgió tras nuestro tradicional té de mitad de semana con Jack Daniel's y Black Feet. Como cada semana, la cita estuvo marcada por las aventuras, desventuras y aspiraciones sexuales de cada una. Ayer, mientras Black Feet hacía hora para un buen revolcón con el Tío en él "súpertopmotel", Jack Daniel's se quejaba porque tras su tercer encuentro con Frigorífico había concluído que definitivamente no se llevaban en la cama. Sin dar cabida a las circunstancias del encuentro, ni a las probabilidades de las tres mejores de cinco, ni a una mirada fría del asunto, JD aseguraba que todo el problema radicaba en el sexo sin amor. Según ella, ése era el "medio hoyo" del asunto. Sí es cierto -coincidimos con Black Feet- un revolcón con amor es mucho más rico, sentido, tiene ese que se yo... la pizca de ternura necesaria para satisfacer al cuerpo y al alma (ternura caliente, pero ternura al fin y al cabo). Sin embargo, también coincidimos, lo realmente malo es un polvo (me carga ese concepto, pero es más abreviado) sin orgasmo. Ahí realmente radica el problema, los desencuentros, los ritmos distintos, todo...
Esta fue la partida de mi analogía. Es que el sexo es como la vida misma ¿no?... Porque no alcanzar un orgasmo es como un día lluvioso en el que sales sin paragua y una micro te empapa cuando recién sales de tu casa. Un NOorgasmo es como una puteada gratuita en tu trabajo o que te roben las últimas cinco lucas de la semana. Es más que mala onda. Pero como todas las cosas malas en la vida, un NOorgasmo puede trabajarse y puede llegar a ser un SÚPERorgasmo. Puede tomar tiempo, pero se logra. Es que cuando algo no me resulta siempre trato de que salga por otro lado... lo sé, mi optimismo me supera, pero lo cierto es que las cosas salen bien y se repiten y son ricas y entonces mmmmmm ahhhhhhhhhhhh... se alcanza.
Fue entonces que advertí que soy una poliorgásmica... y me gusta.
La musa trágica comienza como una mentira, porque si bien es musa, nunca ha sido trágica.
La mayor parte de mi vida está marcada por intensos momentos de felicidad. Sí, ¡que diablos!, no me puedo quejar. Un historial marcado por largos, suaves, risueños, profundos y gustosos instantes de felicidad... algo como una vida orgásmica, pero aún mejor -y no es de presuntuosa- una vida poliorgásmica.
No es que pase gozando las 24 horas del día, pero si soy capaz de reírme sola cuando voy en la micro, o en el metro, o en la calle, incluso ahora. Sí, una orgásmica sensación que muchas veces ofende y desafía al resto de los mortales. Las otras veces, me confunde a mí y termina por agobiarme.
La conclusión de una vida poliorgásmica surgió tras nuestro tradicional té de mitad de semana con Jack Daniel's y Black Feet. Como cada semana, la cita estuvo marcada por las aventuras, desventuras y aspiraciones sexuales de cada una. Ayer, mientras Black Feet hacía hora para un buen revolcón con el Tío en él "súpertopmotel", Jack Daniel's se quejaba porque tras su tercer encuentro con Frigorífico había concluído que definitivamente no se llevaban en la cama. Sin dar cabida a las circunstancias del encuentro, ni a las probabilidades de las tres mejores de cinco, ni a una mirada fría del asunto, JD aseguraba que todo el problema radicaba en el sexo sin amor. Según ella, ése era el "medio hoyo" del asunto. Sí es cierto -coincidimos con Black Feet- un revolcón con amor es mucho más rico, sentido, tiene ese que se yo... la pizca de ternura necesaria para satisfacer al cuerpo y al alma (ternura caliente, pero ternura al fin y al cabo). Sin embargo, también coincidimos, lo realmente malo es un polvo (me carga ese concepto, pero es más abreviado) sin orgasmo. Ahí realmente radica el problema, los desencuentros, los ritmos distintos, todo...
Esta fue la partida de mi analogía. Es que el sexo es como la vida misma ¿no?... Porque no alcanzar un orgasmo es como un día lluvioso en el que sales sin paragua y una micro te empapa cuando recién sales de tu casa. Un NOorgasmo es como una puteada gratuita en tu trabajo o que te roben las últimas cinco lucas de la semana. Es más que mala onda. Pero como todas las cosas malas en la vida, un NOorgasmo puede trabajarse y puede llegar a ser un SÚPERorgasmo. Puede tomar tiempo, pero se logra. Es que cuando algo no me resulta siempre trato de que salga por otro lado... lo sé, mi optimismo me supera, pero lo cierto es que las cosas salen bien y se repiten y son ricas y entonces mmmmmm ahhhhhhhhhhhh... se alcanza.
Fue entonces que advertí que soy una poliorgásmica... y me gusta.